Los días 29 y 30 de mayo, la Cámara de Arquitectos de Viena acogió el encuentro internacional del UIA Work Programme Architecture &Children, donde tuvimos el honor de estrenarnos como miembros.

Es interesante –a la vez que desalentador- comprobar la diferencia de concienciación que existe entre los diferentes países del mundo en el campo de la educación en el medio ambiente construido.

Interesante, por conocer iniciativas como la de Nonna Aznavouryan, que desde su escuela StartArt, fundada en 1982, desarrolla un innovador programa de desarrollo creativo del que disfrutan actualmente 375 alumnos. O como la asociación suiza Spacespot que, dotada de financiación pública, se centra en la formación de los ciudadanos para que ejerzan de manera fundamentada su derecho de participación en los presupuestos de planificación urbanística, establecido en el sistema político del país.

Desalentador, por comprobar la falta de interés de los poderes públicos españoles por la introducción de la arquitectura en el sistema educativo, por la dotación presupuestaria de los proyectos educativos –y de la educación, en general- y por el desarrollo de las personas de todas las edades como ciudadanos críticos y comprometidos.

Sin embargo, frente a nuestro creciente desierto cultural y educativo, los representantes de los 22 países asistentes al encuentro de Viena nos han generado esperanzas, ilusiones y mucha energía. Toda la necesaria para seguir trabajando en lo que creemos.