El proyecto busca poner en el centro la visión femenina de la ciudad, tanto desde un punto de vista físico como sensorial y emocional; dar voz a las vecinas de diferentes barrios de Palma para que manifiesten sus necesidades en cuanto al entorno, detecten aquellos puntos que limitan su autonomía y hagan propuestas de mejora hacia una ciudad más integradora, que ponga en el centro la vida y los cuidados.
Detectar aquellos espacios donde todos, en general, y los colectivos con mayor riesgo de vulnerabilidad en particular, nos sentimos angustiados, atemorizados, intranquilos o simplemente desubicados permitirá diseñarlos combinando su funcionalidad y la experiencia de las personas que transitan. Un espacio diseñado desde el punto de vista psicogeográfico puede transmitir sensaciones, percepciones y sentimientos que nos hagan cambiar de humor o sentirnos seguros.
El proyecto se ha desarrollado en dos fases:
Durante 2021, se trabajó con tres grupos de mujeres para analizar los barrios de La Soledat, centro histórico y Cala Major y se plasmaron sobre el papel, en forma de mapas sensoriales, sus impresiones y necesidades para con el espacio urbano.
En 2022, centradas en el área de Cala Major, hemos materializado las reivindicaciones en forma de acciones urbanas: un museo al aire libre, una pequeña biblioteca o la primera plaza pública del vecindario son algunas de las intervenciones que hemos construido colectivamente para revalorizar el espacio público y hacer del barrio un lugar un poco más integrador y humano.